martes, 4 de septiembre de 2012

La Agenda Digital



La Comisión Europea ha dado a conocer los planes para hacer frente al crecimiento exponencial del tráfico de datos móviles e inalámbricos, permitiendo el uso compartido del espectro radioeléctrico por las tecnologías inalámbricas, incluidas las de banda ancha.
Gracias a las nuevas tecnologías, es posible compartir el espectro radioeléctrico entre varios usuarios, tales como los proveedores de servicios de Internet, o utilizar con otros fines el espectro disponible en las frecuencias no usadas de televisión, por ejemplo. La regulación nacional del espectro no suele reflejar las nuevas posibilidades técnicas, con lo que se expone a los usuarios de telefonía móvil y banda ancha al riesgo de un mal servicio, según aumenta la demanda, y se impide la creación de un mercado único para la inversión en tales mercados de telecomunicaciones.
Un planteamiento coordinado europeo para compartir el espectro dará lugar a una mayor capacidad de la red móvil, a una banda ancha inalámbrica más barata y a nuevos mercados, como el de los derechos secundarios negociables para la atribución de un espectro determinado.
Como primera medida del nuevo Programa de Política del Espectro Radioeléctrico (IP/12/141) de la UE, la Comisión pide:
1) a las autoridades de reglamentación, que apoyen la innovación inalámbrica mediante el seguimiento y la posible ampliación de las bandas armonizadas del mercado interior, para las que no hace falta licencia (las llamadas bandas exentas de licencia) adoptando las medidas apropiadas de conformidad con la Decisión del espectro radioeléctrico (676/2002/CE);
2) que se fomenten planteamientos normativos coherentes en toda la UE en lo que se refiere a unos derechos de uso que ofrezcan incentivos y seguridad jurídica a todos los usuarios (actuales y nuevos) que puedan compartir los valiosos recursos del espectro.
Antecedentes
El espectro radioeléctrico es un recurso sumamente valioso, pero también cada vez más escaso. Una amplia gama de aplicaciones de diversos sectores lo utiliza con frecuencia cada vez mayor y se trata de una condición previa para la banda ancha inalámbrica. El aumento exponencial de la demanda, impulsada, por ejemplo, por los dispositivos de informática móvil y los puntos de acceso wifi, sin olvidar las redes eléctricas inteligentes y la automatización industrial, supone que Europa debe utilizar este recurso limitado de forma más eficaz que en el pasado.
Fuentes del sector predicen que el tráfico mundial móvil de datos aumentará un 26 % anual de aquí a 2015. Para entonces, se podrán conectar a Internet más de 7 mil millones de teléfonos, tabletas y otros dispositivos móviles.
Otras innovaciones inalámbricas que usan el espectro son los sensores y los mandos a distancia inalámbricos que hacen funcionar sistemas inteligentes (por ejemplo, desconexión de las luces cuando no estamos en casa o regulación de los sistemas de aire acondicionado según la temperatura). Solo en la banda armonizada exenta de licencia de 863-870 MHz, se venden como mínimo 40 millones de esos dispositivos al año en Europa.
Sin embargo, la demanda creciente de conectividad inalámbrica choca con los límites de las radiofrecuencias disponibles para satisfacerla. Por ejemplo, no queda ningún espectro vacío y el coste de reasignar espectro para nuevos usos es elevado, especialmente si tienen que desconectarse los usuarios actuales.
Gracias al progreso de la tecnología, el acceso compartido al espectro libera recursos suplementarios sin menoscabar los derechos del titular preexistente de la licencia de usar las frecuencias. Así, muchas nuevas tecnologías inalámbricas están pensadas para compartir bandas para las que no hace falta licencia (bandas exentas de licencia). Otras permiten utilizar recursos del espectro adicionales ofreciendo, por ejemplo, servicios de banda ancha inalámbrica en frecuencias no usadas por la televisión (los llamados «espacios en blanco»).
Para maximizar los beneficios de estos planteamientos de cara a compartir el espectro, han de eliminarse las barreras normativas y se deben proporcionar incentivos a escala de la UE. En especial, se han de contemplar nuevos enfoques en materia de normativa para conceder a los distintos usuarios, incluidos los titulares actuales, derechos garantizados a utilizar una banda de frecuencias determinada de forma compartida con unos niveles garantizados de protección contra las interferencias.
La aplicación en curso del inventario del espectro de conformidad con el PPER proporcionará información pertinente sobre el uso de las bandas de frecuencias y, por lo tanto, hará más fácil determinar cuáles son las oportunidades de reparto beneficioso en el mercado único, tanto en el espectro sujeto a licencia como en el exento. Una vez creadas, esas oportunidades beneficiosas de compartir también podrán registrarse en el inventario como valores de referencia para otras zonas geográficas o para usos similares en otras bandas de frecuencias.
La Comisión desea obtener el apoyo del Parlamento Europeo y del Consejo para establecer esta normativa más avanzada en Europa.
Enlaces útiles
MEMO/12/636 Agenda digital: maximizar la eficiencia del espectro radioeléctrico compartiéndolo


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