viernes, 4 de febrero de 2011

Objetivo: reducir el paro de los jóvenes en Europa

Los jóvenes europeos buscan estrategias comunes para reducir el desempleo agravado por la crisis económica. La formación, las prácticas en empresas, la movilidad son cada vez más imprescindibles para acceder al mercado de trabajo. La presidencia húngara de la UE está coordinando las propuestas de los propios jóvenes para definir políticas que reduzcan una tasa de paro del 42%. En unas semanas, representantes de los Consejos de la Juventud de toda Europa se reunirán en Budapest para unificar sus prioridades sobre el acceso al mercado de trabajo y hacérselas llegar a la Unión Europea. El Consejo de la Juventud de España ya ha elaborado las suyas, en un encuentro celebrado en Valladolid en enero, tras recoger las opiniones de los jóvenes españoles en una encuesta on-line.
- Mejor gestión de los recursos financieros para facilitar el acceso a los jóvenes al mercado laboral
- Apoyo a las organizaciones juveniles, como proveedores de educación no formal
- Facilitar la movilidad de los jóvenes
- Aumentar los mecanismos de control para prevenir violación de derechos laborales
- Implantar medios fiscales para evitar la precariedad e incentivar la contratación
- Establecer un marco de calidad para las prácticas profesionales
- Establecer un marco de garantía social para desempleados
- Políticas efectivas para evitar la discriminación de género o múltiple
- Conciliación de la vida personal y profesional
El responsable del área socioeconómica del Consejo de la Juventud de España, José Luis López, ha comentado algunos de los problemas con los que se encuentran los jóvenes a la hora de encontrar empleo y las soluciones que proponen. “Es absolutamente necesario reactivar el mercado de trabajo. A pesar de los planes de austeridad puestos en marcha, hay que dedicar partidas económicas y mejorar programas.”
La UE, también mercado único de empleo: La movilidad laboral es un hecho. El ejemplo más claro lo ha puesto Alemania pidiendo personal cualificado de otros países. “La verdad es que tenemos en España una población joven muy preparada y que hay empresas europeas que se están interesando por ese sector sobrecualificado que no puede desarrollarse aquí. Ahora se están dando dos fenómenos. Hay una movilidad obligada, de jóvenes que salen a otros países porque no encuentran trabajo en el suyo, sobre todo investigadores, y los que quieren completar su formación en el extranjero. Pero no todos tenemos al alcance esa posibilidad de desarrollarnos académica o profesionalmente, muchas veces por desinformación o por discriminación”.“Los idiomas son un obstáculo, pero cada vez menos. Los españoles tenemos fama de ser los que menos idiomas hablamos y, en parte, es verdad, aunque la situación está mejorando. De hecho, este año ha habido sobresaturación de solicitudes en las Escuelas Oficiales de Idiomas. Antes a los jóvenes aprender idiomas no les parecía necesario, pero esto ha cambiado en las nuevas generaciones.”
La formación, objetivo de la estrategia Europa 2020: La hoja de ruta está trazada. En una década, la UE se propone multiplicar el número de titulados superiores. “Hay que tomar medidas urgentemente. Hay que evaluar qué formación estamos recibiendo los jóvenes en las universidades, por qué a más de la mitad de los jóvenes que han finalizado sus estudios universitarios les cuesta más de un año encontrar empleo, por qué los estudios universitarios no se adaptan al mercado de trabajo. También en la Formación Profesional. Antes la FP daba más salidas laborales, hoy las dificultades son las mismas y es necesario que haya jóvenes muy preparados en todos los grados.”
“Los empresarios piden experiencia y sólo se consigue con las prácticas, pero deben ser remuneradas. Que el joven, cuando termine sus estudios pueda entrar en el mercado laboral realizando la actividad para la que se haya preparado, pero cobrando un salario. Es el contrato de formación que funciona ya en Alemania, donde durante dos años los jóvenes terminan de formarse y de adquirir conocimientos prácticos sobre su trabajo, pero cobrando lo mismo que el compañero que tiene al lado y que ya lleva unos años trabajando.”
Respeto a los derechos laborales en toda Europa: La UE apuesta por mantener el modelo social europeo a pesar de la crisis. Queremos que se reduzca la precariedad laboral. En algunos países de la UE hay herramientas de control, pero no en todos. Tiene que haber mayor vigilancia sobre el trabajo sumergido, sin contratos o con contratos fraudulentos. A eso hay que sumar las irregularidades en los trabajos de becarios, con los que no se permite ningún desarrollo profesional y se encubre un empleo.
Conciliar vida profesional y personal: Es básico, porque hay países de la UE que tienen muy buenas prácticas en ese sentido, pero en España parece que tenemos la conciencia de cumplir en el trabajo y no tanto para conciliar el empleo con los estudios o con el cuidado de los hijos. Tenemos que buscar estrategias para hacer compatibles la profesión, la formación y la familia.

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