Los delitos contra las especies
silvestres resultan muy lucrativos y los procedimientos judiciales al respecto
son escasos. La creciente demanda de productos ilegales acarrea consecuencias
devastadoras para una serie de especies que se encuentran ya hoy en peligro de
extinción. La magnitud que está alcanzando el problema ha planteado preguntas
acerca de la manera en que la UE
puede combatir el tráfico de especies silvestres de un modo más eficaz. Por
ello, la Comisión
desea recabar opiniones a través de diez preguntas relativas al tráfico de
especies silvestres, que incluyen la idoneidad del marco actual, las
herramientas que podrían reforzar los esfuerzos existentes en la lucha contra
este problema, la particular manera en que la UE podría contribuir, aportando mayores
conocimientos e informaciones, y la posibilidad de aplicar sanciones más
severas.
Se pueden presentar observaciones en
la siguiente dirección http://ec.europa.eu/yourvoice/ con
fecha límite de 10 de abril de 2014.
Próximos
pasos
Los resultados de esta consulta,
junto con las conclusiones de un congreso que se celebrará el próximo
10 de abril, serán tenidos en cuenta en la revisión de las actuales
políticas y medidas de la UE
en este ámbito, con vistas a ayudar a la
UE a actuar más eficazmente en la solución de este problema.
Contexto
El tráfico de especies silvestres,
por el que entendemos el comercio transfronterizo ilegal de recursos biológicos
extraídos de la naturaleza, incluidos el comercio de la madera y de especies
marinas, no es un fenómeno nuevo, pero su escala, naturaleza e impacto han
cambiado considerablemente en los últimos años.
Este tipo de tráfico se ha convertido
en una de las actividades delictivas transnacionales más rentables a escala
mundial y se ve fomentado por la fuerte y creciente demanda de productos de
especies silvestres, especialmente en Asia. Los bajos niveles de
sensibilización, el escaso riesgo de detección y la levedad de las sanciones
hacen de esta una práctica especialmente atractiva para las redes
de delincuencia organizada, tanto en la UE como más allá de sus fronteras.
En la última década, se ha duplicado
el número de elefantes africanos sacrificados de forma ilícita, con cifras que
apuntan a una caza furtiva de 22 000 en el año 2012. En Sudáfrica, la caza
furtiva de rinocerontes también se ha intensificado, y el cuerno de rinoceronte
se está vendiendo a 40 000 euros el kilo. Asimismo, en la actualidad, el
78 % de las muertes de tigres de Sumatra son debidas a la caza furtiva, y
los huesos de tigre se están vendiendo a 900 euros el kilo.
El tráfico de especies silvestres
priva a muchas de las personas más desfavorecidas del mundo, incluidas las
comunidades indígenas, de importantes oportunidades para obtener unos medios de
subsistencia sostenibles. Sus vínculos con la corrupción y los flujos ilícitos
de dinero, a través del blanqueo de capitales, por ejemplo, atentan contra el
Estado de Derecho y la buena gobernanza. Además, el tráfico de especies
silvestres aviva la inestabilidad regional en África Central, donde algunos
grupos de milicias están utilizando los ingresos derivados de esta práctica
para financiar sus actividades. Asimismo, también mina la biodiversidad y, por
tanto, representa un riesgo para la salud de ecosistemas vitales.
Para
más información:
Puede rellenar el formulario de
consulta en el siguiente enlace:
Véase también:
Preguntas y respuestas: MEMO/14/91
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