La Unión Europea apoya firmemente los procesos de transición democrática emprendidos en algunos países del norte de África y condena enérgicamente la violencia con que se reprimen en otros las legítimas aspiraciones de sus pueblos. La UE está revisando su política de vecindad con los Estados de la ribera sur del Mediterráneo para adaptarse a las nuevas situaciones e incentivar los cambios mediante transiciones pacíficas.La Unión Europea ha mostrado un claro respaldo a las movilizaciones pacíficas contra regímenes autoritarios y se ha declarado dispuesta a abrir nuevos marcos de cooperación con los países que realizan reformas democráticas en la ribera sur del Mediterráneo. Sin embargo, los acontecimientos han evolucionado de manera distinta en cada país y se ha creado un grupo especial, tanto en el Servicio Europeo de Acción Exterior como en la Comisión Europea, para adaptar los instrumentos de la ayuda comunitaria a las necesidades específicas de cada país.
Libia: La UE apoyó las resoluciones de Naciones Unidas (ONU) para proteger a la población civil Libia de los ataques del régimen de Gadafi y el establecimiento de una zona de exclusión aérea y varios de los Estados miembros participan en las operaciones militares coordinadas por la OTAN. La Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad europeas y vicepresidenta de la Comisión Europea, Catherine Ashton, ha participado el pasado 5 de mayo en la reunión del Grupo de Contacto sobre Libia, en la que se ha subrayado la unidad de la comunidad internacional y su determinación para poner fin a la crisis en el país con un alto el fuego y un diálogo nacional que conduzca a una transición política que refleje la voluntad del pueblo libio. La UE ha apoyado la decisión de establecer un mecanismo temporal para dar apoyo financiero a los grupos de oposición al régimen libio.
Pero además, el conflicto libio tiene un factor extremadamente preocupante: los problemas para hacer llegar la ayuda humanitaria. La comisaria de Ayuda Humanitaria y Cooperación Internacional, Cristalina Georgieva, ha denunciado la trágica situación que se vive en la ciudad de Misrata, donde las organizaciones humanitarias habían conseguido establecer la única vía de entrega de alimentos y material médico, ahora rota por el bloqueo del puerto de la ciudad a consecuencia de los combates.
La Comisión Europea ha entregado 100 millones de euros en ayudas a los civiles de Libia y apoyo a la repatriación de extranjeros a sus países de origen.
Siria: La UE ha condenado enérgicamente la violencia de las fuerzas de seguridad sirias contra manifestantes pacíficos y ha exigido al gobierno del país el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular la libertad de expresión y los derechos de reunión pacífica, así como el libre acceso de los medios de comunicación y el respeto de la integridad y la dignidad de las personas detenidas y su derecho a un proceso legal justo. Por este motivo, la Unión Europea acaba de aprobar el primer paquete de sanciones contra Siria, que incluye el embargo de armas y material usado para la represión, así como la congelación de bienes y prohibición de visados para 13 altos cargos del régimen de Damasco, que han sido identificados como los principales responsables de la represión contra la población Siria.
Yemen:Los ministros de Exteriores han venido manifestando su preocupación desde el comienzo de las revueltas yemeníes por el deterioro de la situación y la represión de manifestantes pacíficos. La Alta Representante ha apoyado el acuerdo de transición entre gobierno y oposición, con la mediación del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, como la mejor oportunidad para que Yemen afronte sus desafíos económicos, sociales y de seguridad y evite una escalada de la violencia.
Túnez: El proceso democratizador de Túnez ha contado desde el comienzo de las revueltas con el respaldo europeo. Formado ya un nuevo gobierno interino, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, viajó a Túnez para expresar la solidaridad de la UE en la transición y en las grandes perspectivas que existen para el desarrollo socioeconómico y el empleo. El objetivo futuro para la CE es tener una zona de libre comercio entre Europa y la ribera sur del Mediterráneo.
El cambio político en Túnez y la llegada al país de refugiados libios ha provocado un flujo masivo de inmigrantes a Europa, especialmente a Italia. El presidente Barroso pidió a las nuevas autoridades tunecinas acciones contundentes para impedir el éxodo y para que acepten la readmisión de sus emigrantes que se encuentran en situación irregular en Europa. La CE estudia apoyar a Túnez con un fondo extraordinario de 140 millones de euros, que elevaría la ayuda de la UE al país a 257 millones.
Egipto: La Comisión Europea acaba de reiterar su compromiso con las reformas emprendidas en Egipto, tras las revueltas que condujeron a la caída del régimen de Mubarak en febrero. El comisario de Ampliación, Stefan Füle, de visita en El Cairo, ha expresado a las nuevas autoridades del país su respaldo a la legitimación de los principios democráticos.
La Comisión está adaptando su política a la nueva situación en una “Asociación para la Democracia y la Prosperidad Compartida”, enmarcada en la nueva política de vecindad de la UE con la que intenta promover reformas e incrementar los incentivos a los países que den pasos claros hacia la democracia
Libia: La UE apoyó las resoluciones de Naciones Unidas (ONU) para proteger a la población civil Libia de los ataques del régimen de Gadafi y el establecimiento de una zona de exclusión aérea y varios de los Estados miembros participan en las operaciones militares coordinadas por la OTAN. La Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad europeas y vicepresidenta de la Comisión Europea, Catherine Ashton, ha participado el pasado 5 de mayo en la reunión del Grupo de Contacto sobre Libia, en la que se ha subrayado la unidad de la comunidad internacional y su determinación para poner fin a la crisis en el país con un alto el fuego y un diálogo nacional que conduzca a una transición política que refleje la voluntad del pueblo libio. La UE ha apoyado la decisión de establecer un mecanismo temporal para dar apoyo financiero a los grupos de oposición al régimen libio.
Pero además, el conflicto libio tiene un factor extremadamente preocupante: los problemas para hacer llegar la ayuda humanitaria. La comisaria de Ayuda Humanitaria y Cooperación Internacional, Cristalina Georgieva, ha denunciado la trágica situación que se vive en la ciudad de Misrata, donde las organizaciones humanitarias habían conseguido establecer la única vía de entrega de alimentos y material médico, ahora rota por el bloqueo del puerto de la ciudad a consecuencia de los combates.
La Comisión Europea ha entregado 100 millones de euros en ayudas a los civiles de Libia y apoyo a la repatriación de extranjeros a sus países de origen.
Siria: La UE ha condenado enérgicamente la violencia de las fuerzas de seguridad sirias contra manifestantes pacíficos y ha exigido al gobierno del país el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular la libertad de expresión y los derechos de reunión pacífica, así como el libre acceso de los medios de comunicación y el respeto de la integridad y la dignidad de las personas detenidas y su derecho a un proceso legal justo. Por este motivo, la Unión Europea acaba de aprobar el primer paquete de sanciones contra Siria, que incluye el embargo de armas y material usado para la represión, así como la congelación de bienes y prohibición de visados para 13 altos cargos del régimen de Damasco, que han sido identificados como los principales responsables de la represión contra la población Siria.
Yemen:Los ministros de Exteriores han venido manifestando su preocupación desde el comienzo de las revueltas yemeníes por el deterioro de la situación y la represión de manifestantes pacíficos. La Alta Representante ha apoyado el acuerdo de transición entre gobierno y oposición, con la mediación del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, como la mejor oportunidad para que Yemen afronte sus desafíos económicos, sociales y de seguridad y evite una escalada de la violencia.
Túnez: El proceso democratizador de Túnez ha contado desde el comienzo de las revueltas con el respaldo europeo. Formado ya un nuevo gobierno interino, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, viajó a Túnez para expresar la solidaridad de la UE en la transición y en las grandes perspectivas que existen para el desarrollo socioeconómico y el empleo. El objetivo futuro para la CE es tener una zona de libre comercio entre Europa y la ribera sur del Mediterráneo.
El cambio político en Túnez y la llegada al país de refugiados libios ha provocado un flujo masivo de inmigrantes a Europa, especialmente a Italia. El presidente Barroso pidió a las nuevas autoridades tunecinas acciones contundentes para impedir el éxodo y para que acepten la readmisión de sus emigrantes que se encuentran en situación irregular en Europa. La CE estudia apoyar a Túnez con un fondo extraordinario de 140 millones de euros, que elevaría la ayuda de la UE al país a 257 millones.
Egipto: La Comisión Europea acaba de reiterar su compromiso con las reformas emprendidas en Egipto, tras las revueltas que condujeron a la caída del régimen de Mubarak en febrero. El comisario de Ampliación, Stefan Füle, de visita en El Cairo, ha expresado a las nuevas autoridades del país su respaldo a la legitimación de los principios democráticos.
La Comisión está adaptando su política a la nueva situación en una “Asociación para la Democracia y la Prosperidad Compartida”, enmarcada en la nueva política de vecindad de la UE con la que intenta promover reformas e incrementar los incentivos a los países que den pasos claros hacia la democracia
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