De compras por Europa: Los consumidores tienen que poder comprar con las mismas garantías en
todos los países de la UE, independientemente de si lo hacen en tiendas físicas
o a través de Internet. Derechos:
- Garantía mínima gratuita de dos años. El consumidor o usuario deberá informar sobre el defecto o falta de conformidad al vendedor en un plazo máximo de dos meses.
- Los Centros Europeos del consumidor protegen a los ciudadanos en sus compras en cualquier país de la Unión Europea. Si tienes algún problema con un producto o servicio comprado en otro país de la UE, ya sea por Internet o físicamente, puedes dirigirte a uno de ellos.
En Internet: La Unión Europea está impulsando y en breve
cambiará la legislación europea para homologar normas en todos los países de la
UE en materia de adquisición de bienes digitales:
- Derecho a rescindir por parte del consumidor los contratos de servicios digitales de larga duración (suscripciones).
- Garantía de poder renunciar al producto y ser reembolsado si no corresponde a lo especificado (ejemplo: película descargada que aparece en otro idioma que el especificado)
Devolución de bienes no deseados:
La CE quiere también recordar a los consumidores su
derecho a devolver cualquier producto adquirido en tiendas online, pedidos por
correo electrónico o por teléfono en los 14 días siguientes a su recepción.
Para ello el consumidor debe enviar al comerciante una declaración en la que se
refleje la decisión del consumidor de devolver el producto. En este mismo
sentido, el comerciante habrá de devolver el importe de compra en un plazo de
14 días desde que reciba la declaración. Esta devolución debe incluir el
importe de cualquier cantidad abonada por el consumidor para gastos de envío.
El consumidor deberá afrontar los gastos que suponen la devolución del
producto, pero es obligación del comerciante informarle de esto claramente,
pues en el caso contrario será éste el que afronte dichos pagos. El consumidor
no está obligado a alegar ninguna causa concreta para la devolución de
cualquier bien adquirido en la UE, a excepción de ciertos productos como por
ejemplo billetes de avión o tren, entradas para conciertos, reservas de hotel
con fecha específica fijada u objetos personalizados a requerimiento del
consumidor.
Cada año, en la UE, se encargan en
línea y se entregan casi 4 000 millones de paquetes. Pero el potencial del
comercio electrónico es mucho mayor: mientras que un 44 % de los
consumidores compra en línea en su propio país, un porcentaje muy inferior
(15 %) realiza pedidos en línea desde otro país. ¿Por qué? Uno de los
obstáculos más relevantes es el elevado coste de la entrega transfronteriza.
Un nuevo estudio econométrico sobre los precios de envío de cartas y
paquetes realizado por la Universidad de St. Louis confirma esta percepción.
Hay grandes diferencias a la hora de enviar un paquete de dos países con
características similares al mismo destino. Por ejemplo, Bélgica y los Países
Bajos son dos países vecinos con un precio de entrega de paquetería nacional
justo por debajo de 7 euros. No obstante, el envío de un paquete de 2 kg
de Bélgica a España costaría 26,10 EUR, mientras que el mismo paquete
enviado desde los Países Bajos a España tendría un coste de solo 13 euros. Y
habría que pagar mucho más si se quiere enviar el paquete de vuelta desde
España (32,74 euros), a pesar de que el precio de las entregas nacionales en
España es de solo 8,58 euros. Es evidente que los altos costes,
la falta de transparencia y los inconvenientes de la entrega transfronteriza de
paquetes pedidos en línea siguen limitando el comercio electrónico, el
crecimiento y el empleo en el sector. La Comisión se propone mejorar la
situación y centrarse en mejorar la supervisión normativa y garantizar la
transparencia en el proceso de entrega de paquetes en la UE. La Comisión tiene
la intención de proponer medidas concretas para hacer frente a estas
deficiencias en la primavera de 2016.
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